No le tuve miedo.
Caminé a ciegas por un camino que prometía belleza.
No le tuve miedo.
Me deslicé por calles solitarias y perdí el rastro de tu voz.
Prometía belleza, prometía inocencia,
prometía cuidado, prometía perdón,
prometía alegría, incluso prometía amor.
Pero nos quedamos a medio camino,
nos quedamos entre los lirios de los muertos,
nos quedamos entre los ataúdes de los recuerdos.
Nos separamos y nos extraviamos.
Te llamé a gritos y tú no acudiste...
No acudiste porque mi voz para ti ya no existe.
te seguí, tropezando con todo a mi paso,
te seguí, con el corazón destrozado,
te seguí... Pero no alcancé ni al pasado.
Decidí muy tarde,
tú nunca lo hiciste.
Ahora decido de nuevo,
pero tú ya estás tan perdido que para ti ya no hay tiempo.
Adiós... Adiós corazón sin rumbo.
Adiós... Adiós, aunque fuimos felices.
Adiós, adiós... Ya no quiero llorar.
Adiós, ¡adiós! Ya no te quiero amar.
Adiós... Porque ahora es él el que guarda mi corazón con sus armas.
2 pensamientos:
... Gracias.
También... Gracias igual.
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