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*..*Las imágenes que uso las he tomado de Deviantart. Muchísimas gracias a los respectivos artistas.*..*

"Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad".
~Jean Paul Sartre.

lunes, 26 de octubre de 2009

Desde lo escondido


Desde Harley y mi parte que trata de desencadenarse.

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¡terrible encierro entre paredes blancas!
¿No ven acaso que hay más que unos ojos castaños?
Desearía, si así lo lograra, robarme las almas
de aquellos que han sido encerrados por tantos años.

El encierro es más frustrante si sé que es autoimpuesto,
todo sea por seguir la margen neutral,
todo sea por seguir el orden natural,
continuemos con los medicamentos para curar los supuestos.

...
¡NO!
...

Cambiemos de sentido el girar del planeta,
derramemos sangre sobre la blanca nieve,
rompamos los moldes del prudente encierro,
¡desequilibremos al mundo entero!
Extendamos sonrisas por nuestros rostros,
¿qué más da si se considera tortuoso?

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...Sólo denme un martillo y un día desquiciado,
y también gente que sólo sea gente....
¡Les prometo un espectáculo que nunca olvidarán!

miércoles, 21 de octubre de 2009

Teatro


...Iluminan la estancia las cálidas flores de mayo, el sol se filtra por las pálidas cortinas que cubren la única ventana de la habitación.
Ella esta sentada al borde de la cama.
Teje y canta, sonríe y escucha.
Sus finos dedos se pasean con agilidad por los delgados hilos, que se mecen y entrecruzan como si de sus cabellos se tratase.
El sol levanta diáfanos destellos en su blanca tez y su boca se curva en una infantil y sincera sonrisa.
Está esperando, y disfruta cada momento de esa espera con el mayor deleite que puede soportar; escucha el lento tic-tac y sus manos aceleran el trabajo de largas semanas.
teje letras, teje palabras, las anuda y las desata.
Los claveles, suspendidos, apuntan hacia la puerta que pronto ha de abrirse para dar paso al final de aquella gloriosa y agonizante espera.
Finalmente escucha el crujir de la madera en el pasillo.
Toc... Toc... Toc...
Nada más. tres veces y ella deja su labor y se levanta apresurada pero calma.
En silencio, se desliza sobre sus pies hasta la puerta.
No puede evitar el espantoso sonido de aquellos detestables goznes, pero es amortiguado por la tortuosa lentitud con la que abre.
¡Por fin puede verle por completo!
Allí está él, de pie, con su cabello desordenado, su cálida sonrisa, sus grandes ojos, su certera mirada.
Toda la compostura se desvanece en cuestión de segundos mientras ella desea hacerse dueña de esos perfectos labios, guardiana de sus pupilas, esclava de aquellos fuertes brazos, soñadora de esos sueños.
Él avanza hacia ella, confiado, dueño de sí, y ella siente como sus piernas tiemblan bajo su larga falda del color de la noche y como su corazón se acelera escondido en su pecho.
La toma entre sus brazos y se acerca a ella con desconsiderada parsimonia, y ella se siente desfallecer ante tan magnífica cercanía...

-Bravo! Bravísimo! Perfectamente realizada!
Él la suelta y baja de un salto del escenario.
-Mañana continuamos con los ensayos.
manda el dierctor y se apagan las luces sobre el telón.
De pie, al borde de un sueño, ve como él se aleja sin siquiera despedirse y besa por costumbre a una muchacha de cabello oscuro que le espera a la salida del teatro.
-Ven muchacha, que hay que retirar la utilería.
Ella asiente y se baja despacio, con el corazón en vilo y su abrigo blanco.

martes, 20 de octubre de 2009

Melodías


Melodías que llegan a la cabeza y traspasan millones de conexiones para alojarse en la memoria y vibrar cada que algo nos trae a ese tiempo pasado.
Los faunos regresan danzantes a su hogar cuando las cuerdas del arpa los llaman al pasado para darle un poco de llama al presente.
¡Que curiosa es la música que puede causar tanto en seres adecuados para ello!

Se rescatan noches en vela que traen sonrisas secretas, risas mudas por obligación, sensaciones de felicidad, mantas que arropan del frío mientras al otro lado de todo hay una sonrisa cálida que desearía no apartarse.
Se rescatan días esperados y hermosos que comienzan tarde y se vuelven fantásticos, tardes entre amigos y hermanos, noches de risas incontrolables y danzas a ritmos de una melodía que se forjó en compañía de la verdadera familia.
Se rescatan amigos del apsado y lazos que ahora estan rotos.
Se rescatan mañanas tranquilas y solitarias que anhelaban la tarde para encontrarse con otros que compartieron lo mismo al calor de una hoguera.
Se rescatan las noches en las que la Luna acunaba a sus hijos y los hermanos juntos enmudecían contemplando la belleza del cielo.
Se rescatan comienzos torpes y agradables que llevaron a grandes y hermosas amistades.
Se rescata un giro, una ondulación, un rizo, un violín, unas gafas oscuras, una aparición, un ímpetu, una fuerza, una sonrisa, una casualidad, una amistad recién comenzada, una chaqueta de jean, una tormenta, un optimismo...
Se rescatan ustedes y me rescato yo.

Cesan los acordes y de nuevo sé que no estoy más al otro extremo, con las aves cantando, un desayuno tardío esperándome, un computador encendido, un celular dañado, una llamada que hacer, unas medias veladas nuevas, un bombombun en el bolso, unas galletas festival con leche, un café diferente, un pastel embarrado en todo lugar, un girasol, cuatro guitarras, ocho vasos de Nestea, un pasaje de metro, una noche risueña, una Luna acogedora, un sueño demasiado arriesgado, unos brazos sonteniéndolo todo, una certeza.
No, ya no más.
Ahora todo es diferente, y la música hace que lo recuerde... Ahora nada será para siempre lo mismo.
Y también me recuerda la música que eso no es problema alguno, que por igual... Es hermoso.

viernes, 16 de octubre de 2009

Arturo

Sola, luego de una noche que fué linda, pero que no pudo ser hermosa por la falta de lo principal.

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Detenida en el tiempo, fuera de los márgenes del Tapiz, más libre aún de hilos que Rakoth Maugrim, pero más atada por el mismo destino que se le impuso hasta el primero de los mundos.
Condenada a vivirlo, una y otra vez, y a verlo cada que la guerra estallaba.
A verlo en su total belleza, a perderse en las estrellas de verano que se alzan en sus ojos, a dejarse ir en aquellos firmes brazos que manejan con presteza la esapada... A verlo en su último momento, en el más agonizante, en el que las estrellas se apagan en sus ojos, justo antes del final de todo.
Condenada a ver como el otro se levanta siempre y completa la maldición.
A ver como sus galantes pupilas la observan con tristeza, a ver como el terrible peso de la condena cae también sobre él, a ver como su brazo se mece en perfecta armonía con su espada, como si fuesen uno... A verlo desfallecer tratando de salvar al que no puede ser salvado y a la que no puede ser perdonada.

Arturo está detenido en el tiempo.
Está en medio de los mundos.
Arturo está atado al viento.
Condenado a no estar jamás juntos.

Al Guerrero lo ha retenido en el limbo de todos los mundos el nombre por el que lo llama su más temible pesadilla, su más temible pecado.
En cada uno combate, en cada uno muere, en cada uno sufre la cruz de su error.
El héroe de leyenda sólo desea descanso y perdón.
Pero las maldiciones no tienen piedad. Y los sueños siempre le atinan a lo que sucederá. Las condenas se hacen para cumplirse e incluso la más benévola intención jamás podrá levantar sus cadenas.

Arturo espera la última guerra.
No quiere pisar de nuevo la tierra.
Arturo anhela el último hilo
que lleve a cuestas su terrible filo.

Ella ruega, a las estrellas de verano en sus ojos, que encuentre el descanso que tanto merece.
¿No han sufrido ya muchas veces, de la misma manera, en todos los mundos?

domingo, 11 de octubre de 2009

¿Dónde?


Trae la lluvia recuerdos del viento,
se ahoga la Luna en los mares del tiempo.

¿Dónde estás, mi dulce amigo?
¿Por qué te has llevado tus brazos, mi abrigo?

El frío corta el alma, la desgarra.
La soledad corrompe el anhelo de un mañana.

¿Por qué no escuchas mi llamado?
No hay refugio en el pasado.

La nieve entumece cada centímetro de mi ser.
¿Dónde está el calor de tu hogar?
¿Dónde te escondes, mi oscuro clavel?
¿Por qué mis ojos no paran de llorar?
Será, tal vez, que no encuentran tu piel.

¿Dónde estás?
¿A dónde te has ido, mi hermano, mi amigo?

Me puede el anhelo,
busco tu cielo.
Me puede el dolor,
necesito tu calor.

Cadaver Exquisito

¡Maestro!
Y tirando puertas y todo... Lo sigue haciendo, y le funciona.



"Preferiría tu sonrisa a toda la verdad"

jueves, 8 de octubre de 2009

Hermanos


...Y en ese momento algo se rompió por primera vez.

La cuerda que sostenía la vida se deshilachó en cuestión de segundos y quedó bamboleando a la luz de una Luna todavía inexistente, cubierta de nubes y suciedad.
El mundo se volvió gris, lleno de humo y basura... Tal vez no se volvió, tal vez ya era así... Pero lo seguro era que se habían empañado los cristales que lo observaban.

Ya no valía la pena soportar ese dolor tan filoso y desgarrador. No merecía el esfuerzo. No llenaba la esperanza. Un cascarón hueco y vacío, en eso se había convertido.
Que más daba si se quebraba, si al final sólo dejaría de respirar, se iría el cansancio y todo estaría igual.
Ya se habían perdido sus pupilas, pesaban sus párpados, estaban entreabiertos su labios, dispuestos al beso de la muerte; y su mente, su corazón, su alma... Estaban perdidas hacía mucho.

Una piedra, otra, un poste, un cable eléctrico, un carro, un quinto piso, el balcón, el vacío, el suelo precipitándose al encuentro del descanso. El humo, la posibilidad, el olor entrando por todas partes, corrompiendo el interior, destruyéndolo lentamente, con agonía. El filo de la hoja, el brillo a la luz del mugroso cielo, la frialdad del metal contra la calidez de la carne siempre en descomposición, la vida carmesí a borbotones cruzando la locura. las manos, las propias manos, que desgarran, cortan, magullan, asfixian, destruyen, matan.
Pero las manos... Las manos ajenas... Deteniendo todo en mitad del vacío, negándole el asfixiante humo, suavizando el borde del metal, amarrando entre ellas las manos, las manos propias.

Se reflejaron así las desoladas lágrimas en los vitrales que eran suyos en otro rostro.
Se quebró así la voz llena de amor que había dejado de escuchar con claridad.
Se amarraron así, con fuerza, los brazos de la voluntad y el valor.
Se hizo así la prudencia más nítida que nunca, y le dió una razón hermosísima para soportar.

Eran dos contra uno, y la Luna se sacudió el putrefacto aire de su contorno de oro y plata.
Eran dos contra uno, y no quedaba nada más que hacer que dejarse sostener.
Eran dos contra uno saldando deudas, y no quedaba más que avanzar un poco más.
Eran dos contra uno... Y ahora son tres contra el resto.

Gracias hermosa esperanza,
gracias férrea voluntad.

jueves, 1 de octubre de 2009

Regeso


Todos se preparan para salir y mostrar su "mejor pinta".
El Coco se ajusta su velo, las brujas desempolvan sus escobas, las momias se cambian sus vendajes, los zombies se acomodan sus partes descompuestas, algunos incluso consiguen ojos que les ajusten, drácula se afila sus colmillos, las banshees ensayan sus más espeluznantes gritos, los hombres lobos les hacen coro con sus aullidos, incluso la misma muerte le saca brillo a su temible hoz.

Se prepara el escenario.
La Luna se alza sobre las colinas, dan casi las doce, la oscuridad se traga todo atisbo de luz en los alrededores y la noche se hace la reina de todo.
¡Cuanto llevan esperando para hacer gala de toda su habilidad, de todo su terror!
Drácula hacía las apuestas sobre quien aterraría más personas, mientras las brujas se reían de él y le aseguraban que ellas ganarían cualquier tipo de desafío que se les presentase, todos caerían en sus redes.
Comienzan los clásicos juegos de la noche.
El jinete sin cabeza va lanzando palabrotas a todos los que juegan con su cabeza-calabaza como balón, las brujas hacen carreras de escobas, las banshees y los hombres lobo compiten con su canto, Drácula hace gala de la más exquisita obra de teatro que jamás se hubiese visto, los zombies realizaban su clásico lanzamiento de brazo y los espíritus y fantasmas jugaban al escondite.

Suenan las doce campanadas y todos se lanzan hacia su cacería favorita.
31 de Octubre, por primera vez en muchos años se les había levantado su encierro y podían llevar su terror a cada rincón de la tierra.
¡Que sorpresa se llevarían al encontrarse con ellos mismos!
Pequeños vampiros correteaban con calabazas huecas llenas de algo brillante y sonoro que no era su habitual relleno, momias se jalaban los vendajes de aquí para allá, incluso había una bruja llorando con su escoba quebrada junto a ella.
Nadie allí parecía asustarse de su presencia, incluso los miraban con admiracón, felicitándolos por sus "disfraces".

Desconcertados, se retiraron con abatimiento luego de un par de horas.
En el día más hermoso, más esperado, más solemne. En la hora más importante y epecial.
Volvieron todas las monstruosas criaturas a su sueño, esperando que todo fuese una pesadilla.

Tinta con vida

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