Todo da vueltas y retumba con el caer de la noche.
La luz del hermoso astro rey desaparece poco a poco y los últimos rayos de luz diurna se filtran por la copa de losárboles, concediéndoles el esplendor que merecen.
Las flores nocturnas comienzan a abrirse y elevan su aroma en alabanza hacia el cielo, donde las estrellas comienzan a darle la bienvenida a la Luna de plata.
Aquí ya allá resuenan los dulces cantos de los elfos y se mezclan con el apacible sonido de las flautas y las arpas.
A medida que el ritmo se aclera se alzan voces diferentes, voces de brujas y hechiceros, cesan las arpas y se alzan los tambores, las falutas continúan en una melodía clara, pero cada vez más veloz.
El viento estremece los árboles desde la raiz hasta la copa y las tinieblas se adueñan del bosque.
Se enciende la hoguera que ilumina con rojo resplandor las cortezas y crea sombras danzantes al rededor del calor de la llama.
El sonido de las voces se apaga y la música llama a la noche mientras coros de ninfas y hadas comienzan a adueñarse del claro y de cada uno de los rincones de aquella abrumadora belleza.
El silencio cae como una sentencia sobre mi.
Llega una certeza, que es la conciencia del saberme capaz de sentir y percibirlo todo.
La conciencia de ser completa y plenamente humana.
La luz del hermoso astro rey desaparece poco a poco y los últimos rayos de luz diurna se filtran por la copa de losárboles, concediéndoles el esplendor que merecen.
Las flores nocturnas comienzan a abrirse y elevan su aroma en alabanza hacia el cielo, donde las estrellas comienzan a darle la bienvenida a la Luna de plata.
Aquí ya allá resuenan los dulces cantos de los elfos y se mezclan con el apacible sonido de las flautas y las arpas.
A medida que el ritmo se aclera se alzan voces diferentes, voces de brujas y hechiceros, cesan las arpas y se alzan los tambores, las falutas continúan en una melodía clara, pero cada vez más veloz.
El viento estremece los árboles desde la raiz hasta la copa y las tinieblas se adueñan del bosque.
Se enciende la hoguera que ilumina con rojo resplandor las cortezas y crea sombras danzantes al rededor del calor de la llama.
El sonido de las voces se apaga y la música llama a la noche mientras coros de ninfas y hadas comienzan a adueñarse del claro y de cada uno de los rincones de aquella abrumadora belleza.
El silencio cae como una sentencia sobre mi.
Llega una certeza, que es la conciencia del saberme capaz de sentir y percibirlo todo.
La conciencia de ser completa y plenamente humana.
5 pensamientos:
Gracias por pasarte por mi Blog y dejar tu recomendacion.
Un Abrazo!!
No hay de que ^^
También me gustaría que opinaras sobre mis escritos, siempre se reciben sugerencias.
Ten un buen día :)
Me deja muchas dudas.
Dudas de que?
Yo? Dudo hasta de mi integridad.
De cual integridad? De todas.
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