Se abrazan.
Se cierra el telón, la lluvia golpea con fuerza el asfalto, la gente abre los paraguas y se va corriendo.
Sonríen.
El mundo se sacude en el otro extremo, se cae una ciudad entera, se ha hundido la Atlántida.
Se besan.
Corre que te alcanzo. Sube más alto, ¡más alto! El vacío o yo.
Se separan.
Son veinte pisos, el viento sopla con fuerza, él la observa y alza una ceja, ella da un paso hacia atrás. Él no puede creerlo. El vacío o él. El vacío.
Sonríen.
Ella cae junto a ellos y el rojo salpica sus abrigos negros.
Parpadean.
Él cae sobre ella y una vez más, son bañados en sangre.
Se miran. Se abrazan. Sonríen.
El mundo está roto, pero ellos siguen vivos.
Se van.
Las sirenas llenan la calle maltrecha, la lluvia cae mientras caminan bajo ella, los lava, los limpia. La gente corre a su alrededor. ¡Qué trágico! ¡Qué trágico!
Se besan.
¿El vacío o yo?
Ella sonríe y le enseña un crayón verde.
Tú.