Esperanza, faro que hiende desdicha en la noche agostada, mecida en las olas despiértase al alba.
El aroma a café se ha quedado prendido en mi piel, ahora que sabe que sin importar el camino que marche, el tango se me enrosca en el alma y tu voz me regresa la calma.
El aroma a café se ha quedado prendido en mi piel, ahora que sabe que sin importar el camino que marche, el tango se me enrosca en el alma y tu voz me regresa la calma.
El humo dibuja tu nombre, ahogando lamentos y ecos del tiempo. Olvido e historia, porvenir que me encuentro escrito en el viento.
Luz que desgarra penumbras en el horizonte, mientras la mar que sacude recuerdos apenas si agita el velejo; sabiéndose cercano ya a puerto, construye palabras y ensueños.
Luz que desgarra penumbras en el horizonte, mientras la mar que sacude recuerdos apenas si agita el velejo; sabiéndose cercano ya a puerto, construye palabras y ensueños.
Secretos a voces que siembran la tierra por la que desando tristezas cuando los viejos tenderos mudan sus casas a montañas más frescas.
Caminos de un pueblo marchito que se alza entre rizos soleados, volviendo a la vida con cada suspiro apagado.
Caminos de un pueblo marchito que se alza entre rizos soleados, volviendo a la vida con cada suspiro apagado.